lunes, 25 de febrero de 2008

CRISTO NUESTRO ABOGADO


Hay un chiste del querido personaje Condorito que dice que San Pedro tuvo problemas de límites con un enviado de Lucifer, este último le dijo que según sus abogados los límites estaban mal extendidos y por lo tanto la cerca se tenía que Correr y ahora son los que ellos habían puesto. San Pedro le contestó: bueno yo voy a buscar mis abogados para ver que dicen. Al rato volvió San Pedro un poco triste y les dijo: tengo problemas, no encontré en el cielo ningún abogado. Por lo que la cerca se quedará donde ustedes dicen Sin ofender a estos prestigiosos profesionales, lo que el chiste no considera ni Pepo, el autor del personaje, es que en el cielo está el mejor de todos los abogados que jamás haya existido, y este se encuentra al alcance de todos y cada uno de nosotros, ye se llama Jesucristo. Cuan difícil debió haber sido para los Hombres el llegar a entender en algún momento que todos los sacrificios y todas las manifestaciones que ellos podían Realizar para acercarse a Dios, eran basura para el Creador.
La humanidad sólo merece la muerte. No hay hombre alguno que no haya pecado. Eso es lo que el pasaje de Rom: 3:23 nos dice al respecto. ¿qué nos mantiene vivos si sólo merecemos la muerte? Dice su Palabra que por las misericordias de Dios no hemos sido consumidos, (Lam.3:22), además dice que nunca decayeron sus misericordias, esto demuestra una constante decisión de Dios de permitirnos vivir con la secreta esperanza que procedamos al arrepentimiento. A pesar de los tantos intentos fallidos del hombre, Dios permitía un sistema de sacrificios imperfecto, pero que era la sombra del que había de venir para ser un sacrificio perfecto. Por eso Jesucristo, quien voluntariamente tomó nuestro lugar, se ha convertido en nuestro defensor. El es nuestro abogado, el que nos presenta santos y sin mancha delante del Padre. Por eso Es que cuando oramos lo hacemos Al Padre en el nombre de Cristo. Dios nos ve escondidos tras la persona y figura Santa de Jesucristo. Es el mejor lugar para estar escondidos, seguros, como dice aquel hermoso himno, “me escondo en la Roca que es Cristo”. Nuestro abogado defensor, no necesita que le digamos la verdad de nuestra situación. El sabe de antemano que somos inmensamente culpables. Pero El espera un corazón arrepentido para decirnos “tu fe ta ha salvado”.
En momentos de angustia de dolor, cuando te sabes indigno de acercarte al Padre, recuerda que hay un abogado esperando para ser tu defensor perfecto ante Dios el Padre.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con el contenido del tema "Cristo nuestro abogado", pero tengo una pequeña discrepancia y es que en(1Juan 1:9 y Prov.28:13)dice que debemos confesar nuestros pecados y confesar es decir la verdad de nuestra situación. Recuerden que el pecado no solamente nos aleja de Dios sino que su paga es condena de muerte. es ahí donde interviene nuestro abogado, y consigue una sentencia menor no exentos de la disciplina que merecemos como hijos amados. Recuerden que David fué perdonado pero la consecuencia de su pecado afectó todo su entorno.